El arroz con leche de coco y mango es un postre exótico y delicioso que combina la cremosidad del arroz con leche de coco con la dulzura y frescura del mango. Inspirado en el clásico "Sticky Rice" tailandés, esta receta es fácil de preparar y perfecta para impresionar a tus invitados.
Ingredientes:
- 1 taza de arroz glutinoso (o arroz de grano corto)
- 400 ml de leche de coco (una lata)
- 1 taza de agua
- 1/2 taza de azúcar
- 1/4 cucharadita de sal
- 2 mangos maduros, pelados y cortados en rodajas o cubos
- Semillas de sésamo tostado o coco rallado para decorar (opcional)
Instrucciones:
Preparación del arroz con leche de coco:
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Lavar el arroz: Enjuaga el arroz glutinoso bajo agua fría hasta que el agua salga clara. Esto ayuda a eliminar el exceso de almidón.
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Cocinar el arroz: En una cacerola grande, añade el arroz lavado y 1 taza de agua. Lleva a ebullición, reduce el fuego, cubre y cocina a fuego lento durante unos 15 minutos, o hasta que el agua se haya absorbido y el arroz esté tierno. Deja reposar tapado durante 10 minutos.
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Preparar la leche de coco: En otra cacerola, calienta la leche de coco a fuego medio. Añade el azúcar y la sal, y remueve hasta que el azúcar se disuelva por completo. No dejes que hierva.
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Mezclar el arroz con la leche de coco: Vierte la mitad de la mezcla de leche de coco caliente sobre el arroz cocido y remueve bien. Deja que el arroz absorba la leche de coco durante unos 10 minutos. El arroz debe quedar pegajoso y cremoso.
Preparación del mango:
- Cortar los mangos: Pela los mangos y córtalos en rodajas finas o en cubos, según tu preferencia.
Montaje:
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Servir: Para servir, coloca una porción de arroz con leche de coco en un plato o cuenco. Acompaña con rodajas de mango fresco por encima o al lado.
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Añadir más leche de coco: Vierte el resto de la leche de coco caliente sobre el arroz antes de servir para que quede más cremoso.
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Decorar: Si lo deseas, espolvorea semillas de sésamo tostado o coco rallado por encima como decoración.
Consejo:
Puedes enfriar el arroz con leche de coco en la nevera si prefieres servirlo frío, aunque tradicionalmente se sirve a temperatura ambiente o ligeramente tibio.
Este postre es una mezcla perfecta de sabores tropicales, con la cremosidad de la leche de coco y la frescura del mango. Es ideal para cualquier ocasión, especialmente en los días calurosos de verano. ¡Disfruta!